En un mundo que es cada vez más digital, la señalización física puede parecer una prioridad del pasado. Sin embargo, el potencial de un sistema de orientación impactante puede ofrecer algo más que una simple orientación direccional: puede ser una extensión de su identidad de marca.
Los usuarios de teléfonos inteligentes quizá se pregunten si todavía necesitamos señales físicas, pero se podría argumentar que son tan fundamentales en nuestras vidas como lo han sido siempre. Ya sean señales viales, señales de tráfico, letreros en centros comerciales, parques o universidades, estamos rodeados de señalización, pero solo la vemos cuando falla algo. Las señales son objetos diseñados cuidadosmente que forman parte de un sistema más amplio de información estudiada llamado wayfinding (orientación), pero también juegan un papel quizá menos considerado.
Las señales y sistemas de orientación a los que pertenecen forman parte de una experiencia, una extensión de un lugar y la materialización de una marca. Ningún sistema tiene el mismo aspecto ni el mismo objetivo que otro; de lo contrario, todas las señales serían iguales.
Al entrar en un edificio, la primera impresión cuenta. La sede de una empresa internacional, un teatro, museo, galería o incluso un campus universitario de fama mundial: cada uno de estos lugares está para atraerte, impresionarte y retenerte mediante experiencias positivas.
Los sistemas de orientación son fundamentales para estos destinos, ya que son activos muy visibles. En primera instancia, dependemos de ellos ofrecer información concisa y precisa relativa al entorno y, segundo, son extensiones de la identidad de una marca. Las señales son componentes vitales de todo sistema de orientación exitoso en un campus, pero si solo utiliza señales para esto, no aprovechará todo lo que pueden hacer realmente.
Los malos diseños son fáciles de ver, ya sea el papel barato utilizado para imprimir una tarjeta de visita o un diseño poco pensado en un libreto impreso. Estas cosas se ven. En el caso de las señales no es diferente: las señales mal diseñadas, o las señales colocadas sin considerar el lugar o sin una estrategia pensada, fracasarán. Este fracaso dañará la experiencia del usuario y la imagen de la marca.
En las universidades, la competencia para atraer nuevos estudiantes y donantes es feroz. El sistema de orientación es una herramienta valiosa, y las señales a menudo marcan la primera impresión de los visitantes al campus. Y puede que esa primera impresión es todo lo que consigas. Steer Davies Gleave está trabajando actualmente con Regent's University London para diseñar un sistema de orientación unificado y cohesionado que refleje correctamente la marca de la escuela. Crear una buena impresión mediante un sistema de orientación puede lograrse de varias maneras, ya sea usando materiales de alta calidad y acabados o mediante la implantación de información clara y coherente.
Una vez alcanzado el potencial de una organización (esas señales son un poderoso medio de comunicación visual), hay muchas maneras, dentro de una amplia variedad de presupuestos, de implantar un programa de señalización y orientación que puede hacer mucho más que dirigir simplemente el tráfico de peatones.