Steve Van Beek, Director y Jefe de Aviación Norteamericana, desarrolló un sólido informe para Reason Foundation describiendo cómo las “torres remotas” pueden ser la respuesta para mantener operativos los aeropuertos más pequeños. Sin embargo, con los continuos problemas de presupuesto de la Administración Federal de Aviación (Federal Aviation Administration, FAA) y sin programa actual, el camino futuro no está claro.
Muchas torres de aeropuertos más pequeños están operadas por torres contratadas, aprobadas por la FAA cuando se comprobó que los beneficios compensaban los costes. Hay estudios que indican que operar las torres contratadas solo cuestan un 26% lo que cuestan las torres de la FAA, y aun así ofrecen servicios equivalentes.
En 2013, 189 torres contratadas que iban a clausurarse se salvaron con la transferencia de fondos de emergencia del programa de subvenciones para aeropuertos (airport grants program, AIP). A principios de 2014, la FAA instituyó una moratoria a las adiciones al programa de torres contratadas, que actualmente tiene 16 aeropuertos pequeños en lista de espera.
Las torres remotas ofrecen una posible alternativa al problema. El sistema utiliza un poste con sofisticadas cámaras de vídeo y equipo de comunicaciones para proporcionar información a los controladores a nivel de tierra. Las torres remotas mejoran la seguridad con una mejor vigilancia en condiciones desfavorables, menores costes globales de construcción y pueden consolidar los costes operativos, haciendo que la proporción de mayores beneficios que costes sea más fácil de lograr. Se ha demostrado que esta estrategia funciona en varios países europeos y se han implantado dos proyectos piloto en EE. UU. con dinero del estado y privado.
Aun así, debido a los continuos problemas de presupuesto de la FAA y otras prioridades, no existe ningún plan actual para desarrollar e implantar torres remotas. Por tanto, el camino a seguir para las torres remotas sigue sin ser claro, haciendo que el futuro de los aeropuertos pequeños sea incierto. Sin embargo, si la Organización de Tráfico Aéreo se separara del presupuesto federal y se autofinanciara con cargos a los clientes, las torres remotas serían una simple decisión comercial.
Lea el resumen ejecutivo y descargue el informe completo en la página web de ‘Reason Foundation’ (inglés).